En estos tiempos de pandemia hemos aprendido, quizás de manera abrupta, el valor que tiene vivir en armonía con la naturaleza, su contemplación y cercanía nos ha hecho la cuarentena más afable y, en ocasiones, nos ha distraído del complicado panorama mundial. Fenómenos interesantes, cursos de aguas transparentes, especies animales recorriendo caminos inusuales, bajísimos niveles de polución, calles en silencio insospechado, parálisis súbita de la cotidianidad que estaba en las manos desquiciadas del mercado, nos hacen repensar las formas de vivir y habitar el mundo. Tal vez no aprendamos todas las lecciones que nos impone la realidad, es mucha la sabiduría que necesitamos para procesar lo recibido, pero la naturaleza habla en su idioma hecho de silencio y profundidad, directo al corazón, a los ojos del alma. Con este espíritu, y en el marco del Día de la Biodiversidad, compartimos imágenes de nuestra Venezuela como un abrazo de luz y esperanza. Son 20 fondos de pantallas; 8 p