El hecho documental, la fascinación por las artes, la curiosidad, el placer de la construcción, la captación de la imagen. Pasas las páginas de Danza Roja y te vas acercando a él, a sus intenciones… Guary Otero
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Agradecimiento a la maestra Marisol Ferrari
y a la Asociación Zuliana para el Arte de la Danza (Azudanza)
© Danza roja
© Juan Ordóñez
Fotografías: Juan Ordóñez
Diseño y montaje electrónico: José Javier León
Portada: Ana Núñez
Depósito Legal: ZU2023000314
ISBN: 978-980-18-3829-6
Roja es la sangre,
el amor y la pasión.
Rojas las ideas
revolucionarias y la piel de quien sudando las habita.
Danza Roja es un ensayo
fotográfico documental que compila las imágenes recogidas durante
un trimestre de pasantía en la Asociación Zuliana para el Arte de
la Danza. Compuesto de clases, ensayos y
presentaciones de un grupo de bailarinas y su maestra, pretende
relatar el trabajo y desarrollo necesario para el montaje de una obra
coreográfica. Implicó, para el aprendiz de
fotografía,
la observación y el estudio del movimiento partiendo de la no
interferencia. La intensa práctica, el ensayo y el error, entender
al fracaso como un maestro.
La paciencia para esperar el momento
preciso. La alegría de lograr captar ‘instantes
decisivos’, así
como hermosas banalidades de la cotidianidad. Representó la dura transición
de la cómoda posición de aspirante a definitivamente asumir el
complicado rol de escritor de luz.
Juan Ordóñez
Juan
Ordóñez, tras la danza de la danza
Por
Venus Azuaje
Sigue
el movimiento, el que la maestra aún no marca, pero ya él la tiene
en su lente; sólo espera…respira…dispara en silencio.
La
imagen nacida devela otra danza, la poética cotidiana, el convivir
donde todos los sentidos se agudizan, donde se entrena el espíritu y
la materia, se tensan músculos e ideas, la que pasa por la vigilia
de la maestra en un obrar ético-estético.
Juan
no es Juan, es sólo un dedo atento tras la cámara, uno que captura
lo felino de Marisol Ferrari, la que va de cuerpo en cuerpo a la caza
de lo profundo humano, del cénit de la belleza. La maestra desliza
su dedo y corrige. El fotógrafo desliza su dedo y revela. Es el otro
lado, la coreografía inscrita en el aire lo que Juan atrapa al
vuelo, la imagen del trajín, de la amistad, del compromiso, la del
sudor, la que fortalece, la que enciende y termina al rojo vivo, la
de la pasión, la de la mirada que penetra el lente, atraviesa el ojo
de Juan, llega al del observador, lo toca y se devuelve como una
resaca llevándose un pedazo de la orilla de nuestros sentidos.
Juan
descubre lo inédito, claroscuros, contraluces, siluetas…la
composición de volúmenes al acecho de su propio ser; descubre con
arte y técnica -con poesía-
la
obra antes de la obra, el otro movimiento alquímico.
Juan
no es Juan, Juan es otro felino que danza tras la sangre al fin
derramada en el linóleo, la danza roja.
Juan Ordóñez
Táriba, estado Táchira, 30/07/1985.
Entusiasta de la imagen desde la infancia y específicamente de la fotografía desde la adolescencia. Nace y crece entre una familia zuliana en los Andes venezolanos. Se muda con su familia a Maracaibo donde cursa bachillerato y estudios universitarios para luego incursionar en el estudio formal de la fotografía como medio de expresión artística.
Licenciado en Relaciones Industriales, 2007.
Licenciado en Educación mención Idiomas Modernos, 2010.
Egresado de la Escuela de Fotografía Julio Vengoechea en el año 2020.
más allá de la amistad, adivino a juan un gran artista integral y que será seguramente y muy pronto un gran referente cultural, foto, cine, música y otras labores...
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