© De pequeñas caídas
© Venus
Ledezma Azuaje
Poesía. Colección La Cigarra
Foto de portada: Ofelia Torres
Montaje: José Javier Léon
Depósito Legal: N° ZU2021000075
ISBN:
978-980-18-1761-1
Editorial Urgente
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Maracaibo,
marzo de 2021
Presentación
Por sugerencia de alguien muy querido, inicio este pequeño libro con el cuento del primer texto. Nace, como todos los textos, de uno de mis recuerdos más marcados. Muchísimas veces mi mamá, enfermera, me llevó con ella a su trabajo. En ese tiempo trabajaba en el servicio más bravo del hospital: Emergencias. Tenía la guardia de la noche (más dura todavía). Como hasta las seis de la tarde estaba con ella, y con el resto de las enfermeras y médicos de guardia, allí en recepción. Había un pequeño crucifijo en la pared. Yo, tan chiquita, no entendía por qué los parientes de los que llegaban se quedaban ahí, mirando tanto esa pared. A las seis de la tarde, mi mamá me llevaba al cuarto de descanso. Desde esa hora hasta el día siguiente me prometía a mí misma mantenerme despierta, como ellos: enfermeras y médicos. Todos de vez en cuando iban a verme, descansaban 15 minutos y volvían a su trajín. Yo, mientras tanto, me inventé los mil y un juegos en ese cuartico, y había una ventana en lo alto por donde se oía, cercana la media noche, el coro de ranitas, lo que me terminaba de dormir. Jamás logré cumplir mi promesa. En ese trance, que se me cerraban los ojos, oía ̶ cuando entraban y salían del cuarto ̶ todas las notas de lamentos, quejidos, llantos. Hasta que me dormía. Yo creo que ese recuerdo grabó en mí esta extraña cercanía que siento con la muerte, pero no como una aparición angustiante o tormentosa, sino como una luminosa revelación de la vida. Sea, pues, esta primera pequeña caída un agradecimiento a esos desvelados que cuidaron y curaron.
VLA
Licenciada en Periodismo y Magíster en Literatura Venezolana por La Universidad del Zulia. Ha incursionado en las artes escénicas como actriz e investigadora en una búsqueda ética poética de lo humano. En ese sentido es referencia importante la obra teatral Final del Juego (1997), movilizado por el cuento homónimo de Julio Cortázar. Más adelante, gana el Concurso de Ensayos sobre Teatro 2018, otorgado por la Compañía Nacional de Teatro, con su ensayo 'Cuerpo metáfora. Reflexión en torno a un lenguaje poético escrito por el cuerpo del actor', en el cual se vierte, en el plano del pensamiento, aquella experiencia emprendida en 1997 alimentada posteriormente con lecturas de poesía y su universo estético. En ese recorrido, logró mención honorífica en la I Bienal Nacional de Literatura 2011, auspiciado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, por su obra literaria 'Esa voz que venía de ella era sangre de mi abuela'. Ha publicado en revistas especializadas en las áreas escénicas, como SituArte y Theatron. Desde 2013 hasta 2018 se desempeñó como jefa de Extensión de la Biblioteca Pública del Zulia 'María Calcaño', espacio en el que desarrolló múltiples eventos relacionados con la literatura, la promoción lectora y del libro en vinculación con las comunidades. Allí nace el Colectivo Poético El Marullo, del que forma parte. Colectivo de voces cuyos recitales se caracterizan por su solidaridad y compromiso con las causas justas. Desde 2019 hasta hoy asume como docente en la Escuela de Teatro 'Inés Laredo' de la Secretaría de Cultural del estado Zulia, donde impulsa la idea de integrar el elemento poético en todo el hacer creador del actor. En la Editorial Urgente tiene publicado Paso de aves (2018)
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